jueves, 12 de abril de 2012

Piel con piel

Una espinita que tengo clavada desde el nacimiento de mi bebé es que no me dieron la opción de hacer el contacto "piel con piel" después del parto, ya que en el hospital donde di a luz no es una práctica habitual. Yo tampoco lo pedí, entre los nervios y el ajetreo del parto no se me ocurrió en ese momento.
  Me di cuenta de lo bonito que habría sido una semana después cuando, en la consulta de mi matrona, ella me explicó lo importante que es para los bebés hacerlo nada más nacer. Como le dije que en el hospital no me lo hicieron, pues lo hice con ella. Me llevó a una sala contigua a su consulta donde pude  acostarme en una camilla, con el bebé sobre mi pecho. Ella lo colocó entre los dos pechos y me dijo que no lo ayudara a encontrar el pecho, que él lo encontraría reptando sobre mi. Me advirtió de que podría tardar unos 15 -20 minutos en agarrarse al pecho. No me creí que él pudiera hacerlo solo, no levantaba a penas la cabeza y se quedaba dormido, pero al cabo de un rato lo logró.
Luego en casa repetí la experiencia muchas veces. Para la próxima vez que dé a luz, voy a pedir el contacto piel con piel inmediato después del parto en el hospital con antelación.

   Hoy en día ya hay muchos hospitales que lo hacen, disponen de una sala de transición al lado del paritorio donde dejan a los padres con el bebé solos un par de horas antes de subirlos a la habitación, mi hermana dio a luz en un hospital público y se lo hicieron así.
Hay estudios que demuestran que nada más nacer el bebé tienen el reflejo de búsqueda y se agarra al pecho de forma correcta al hacer piel con piel. Además es menos estresante para él y le permite una mejor transición al nuevo ambiente. También permite al bebé autoregular su respiración y su temperatura corporal.
Pero aparte de cualquier beneficio, lo más importante es el vínculo afectivo bebé-madre que se establece.
Puedes encontrar más información AQUÍ y un estudio de la OMS al respecto AQUí

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